
Rubén Rocha Moya atraviesa por una fuerte ola de manifestaciones ciudadanas que piden su renuncia en Sinaloa. La crisis de violencia llegó a un punto en el que más del 90% de la población de las principales ciudades del estado siente insegura, según datos del INEGI. Sin embargo, la postura del gobernador es clara: a pesar las marchas y exigencias de la gente, él no dejará su cargo.
En la última etapa del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, el gobierno federal atribuyó directamente el problema de la inseguridad en Sinaloa a la intervención de Estados Unidos para capturar al traficante Israel "Mayo" Zambada, ocurrida en julio de 2024. La actual mandataria mexicana, Claudia Sheinbaum Pardo, se mantiene firme en que esa es la causa de la violencia reciente.
La guerra interna del Cártel de Sinaloa entre Los Mayitos o La Mayiza (grupo afín a Israel "Mayo" Zambada) y Los Chapitos o La Chapiza (grupo afín a los hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán) deja cientos de muertos cada mes y decenas de comercios y empresas asentadas en Sinaloa cierran sus puertas a causa de las constantes balaceras. Las escuelas suspenden clases cuando consideran que hay riesgo para los alumnos y las carreteras son tomadas por narcobloqueos.
Desde principios de enero de 2025, contingentes de manifestantes organizan movilizaciones para pedir al gobernador Rubén Rocha Moya que renuncie a su cargo.
Las protestas más grandes ocurrieron entre el 24 y 26 de enero, cuando miles marcharon en la capital del estado reclamando justicia por el asesinato de Antonio de Jesús, y sus hijos Gael y Alexander, y en las cuales se lanzaron consignas contra el gobernador de Sinaloa.
Este lunes 27 de enero, en su conferencia 'semanera', Rubén Rocha respondió de forma tajante a quienes piden su salida: "No tengo pensado renunciar. No hay razones para eso".
El gobernador de Sinaloa, que incluso ha sido señalado de estar coludido con el crimen organizado, pide a la gente calma, confiar en que su gobierno hace lo posible para acabar con la seguridad y que el enemigo no es él, sino los delincuentes: "A todos en común, les pido que sigamos haciendo uso de esa fuerza y ese coraje, los enemigos son la delincuencia y el encono, nunca el gobierno. Así que por sobre todas las cosas, privilegiemos el bienestar y la paz de nuestras familias y hagamos juntos causa común por la grandeza de Sinaloa".
Aunque la figura de Rocha Moya causa desagrado entre los sinaloenses, el gobernador fue arropado por todo el aparato político de Morena. Desde presidentes municipales, diputados y senadores, gobernadores, integrantes del gabinete, dirigentes del partido y hasta la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo "cerraron filas" con él ante el desprestigio público que enfrenta.

La presidenta mexicana evita dar declaraciones con alusiones directas a él cuando es cuestionada por los medios de comunicación sobre el tema Sinaloa y la pérdida de confianza de los habitantes del estado hacia el gobernador:
"Nuestra labor es ayudar como gobierno federal, a proteger a las familias de Sinaloa, ese es nuestro trabajo, nuestra labor. Había ahí algunas columnas, como si fuera como antes, en donde “la Presidenta decidía a quién ponía, a quién quitaba”. Esa no es la labor del gobierno federal, la labor del gobierno federal es apoyar a las familias de todo el país, construyendo la paz", respondió Sheinbaum a una pregunta directa sobre las protestas que piden la renuncia del gobernador de Sinaloa.
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