Qué es el bastón de mando y por qué se puso "de moda" entre políticos
- Ivan Cruz
- 2 sept
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La entrega del bastón de mando a los nuevos integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación refleja cómo esta ceremonia se integró a la agenda política en los últimos años. Este tipo de actos, originalmente rituales de reconocimiento por parte de los pueblos indígenas, se hicieron comunes en gobiernos morenistas, pues presidentes municipales y gobernadores también comenzaron a replicarlos, convirtiéndolos prácticamente en eventos mediáticos.
El bastón de mando es un símbolo con raíces en las primeras civilizaciones mesoamericanas y representa autoridad, respeto y compromiso con los pueblos indígenas. En México, ha sido entregado a presidentes en funciones y a candidatos durante campañas, con el objetivo de mostrar respaldo moral y legitimidad ante estas comunidades.
En diciembre de 2018, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador recibió el bastón de mando de manos de representantes de 68 pueblos originarios durante su toma de posesión en el Zócalo de la Ciudad de México. La vara de cedro estaba decorada con listones de colores que representaban los puntos cardinales y la cosmovisión indígena, y tenía grabado el nombre del presidente y un águila nacional indígena. En ese acto, López Obrador se comprometió a priorizar a los pueblos indígenas en su gobierno.
Desde entonces, durante los últimos ocho años, diversos mandatarios y candidatos han recibido bastones de mando en ceremonias mediáticas, a nivel municipal, estatal y federal.
Entre ellos se incluyen Claudia Sheinbaum, quien en septiembre de 2023 recibió el bastón de López Obrador tras ganar la encuesta interna de Morena por la candidatura presidencial. Y luego, al asumir el cargo en 2024, fue reconocida con un bastón de mando entregado por mujeres indígenas, también en un evento televisado en el Zócalo de la CDMX.

Alcaldes y gobernadores replicaron la ceremonia en Campeche, Tabasco, Guerrero, Estado de México y Oaxaca, lo que llegó a causar molestia en comunidades originarias debido a que se usa su tradición como atractivo mediático para políticos.
Esta práctica era bastante común entre candidatos del PRI del Siglo XX, quienes también participaron en ceremonias similares; durante campañas presidenciales, figuras como José Antonio Meade, Luis Echeverría, Luis Donaldo Colosio, Carlos Salinas de Gortari, Adolfo López Mateos, entre otros, recibieron bastones de mando como acto simbólico de legitimidad política.
Expertos y líderes indígenas han señalado que la ceremonia pierde parte de su significado original cuando se utiliza fuera del contexto comunitario, y que su reproducción por partidos políticos tiende a convertirla en un evento mediático más que en un acto de autoridad reconocido por las comunidades. Francisco López Bárcenas, abogado y exasesor del EZLN, señaló en una entrevista para El Universal que quienes promovieron entregar bastones de mando en la Cuarta Transformación no siempre contaban con legitimidad dentro de sus comunidades, y que en los pueblos indígenas asumir un cargo es un acto de responsabilidad y prestigio.
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