Foro Valparaíso: más que un museo

En la esquina de las calles Isabel La Católica y Venustiano Carranza, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, se erige uno de los edificios coloniales más majestuosos y representativos del barroco mexicano.

Se trata del Palacio de los Condes de San Mateo de Valparaíso, construido entre 1769 y 1772 al gusto de sus propietarios y bajo la dirección del famoso arquitecto mexicano Francisco Antonio de Guerrero y Torres, a quien en gran parte le debemos que la capital del país sea conocida como “la ciudad de los palacios”.

Este antiguo edificio colonial, ahora llamado Foro Valparaíso, es propiedad del Banco Nacional de México y alberga una de las colecciones plásticas de artistas mexicanos —en su mayoría— más importantes de la actualidad. Más de un centenar de cuadros que recrean las diferentes épocas históricas del país son exhibidas en catorce salas temáticas del último piso del imponente Palacio de los Condes de San Mateo de Valparaíso.

Desde el punto de vista arquitectónico, el recorrido de este antiguo edificio colonial resulta una experiencia de lo más gratificante, puesto que su excelente estado de conservación permite apreciar en todo su esplendor la belleza del diseño y de sus acabados: mampostería de chiluca gris, tezontle clásico de la Ciudad de México y los azulejos de Talavera poblana. Todo ello hizo posible que el inmueble esté valorado ejemplo de la arquitectura barroca de estilo mexicano.

El Palacio de los Condes de San Mateo de Valparaíso destaca también por tres características arquitectónicas particulares: una, el arco de 17 metros de altura sin aparente apoyo, que se aprecia en el patio central; dos, las fachadas internas del palacio, ventanas curvilíneas decoradas con pilastras aladas unas, y otras con pilastras onduladas, lo que le dan un juego visual más atractivo. Y tres, la extraordinaria escalera de doble hélice, única en América y una de las pocas existentes en el mundo. Su diseño consta de dos rampas que giran en sentidos opuestos —una para el uso exclusivo de la familia y otra para el servicio— y conducen a una impresionante cúpula y al mencionado arco de 17 metros.

En cuanto al valor de su acervo artístico, este monumento colonial resguarda una colección particular de los artistas plásticos mexicanos más importantes a la fecha, y más representativos de las diferentes escuelas, estilos y corrientes estéticas; todas sus obras agrupadas en torno a una temática central: México en su desarrollo histórico, crecimiento geográfico y social. De ahí que, al recorrer las diferentes salas, los visitantes podamos darnos una buena idea de la transformación vivida por la sociedad mexicana en las diversas etapas de la historia nacional.

Llama la atención la exhibición de cuadros paisajistas representativos de la Ciudad de México y sus alrededores, varios de ellos pintados por Eugenio Landesio y sus discípulos, siendo José María Velasco el más destacado, a cuya obra le dedican una sala exclusiva. Otro espacio es el de los “Pintores viajeros extranjeros que pintan paisajes mexicanos”, que forma parte de la misma sección, y que se complementa con las pinturas agrupadas en torno al “retrato del siglo XIX y la identidad nacional. En esta última sala se exhibe un interesante óleo sobre tela de Sor Juana Inés de la Cruz, del pintor Fray Miguel de Herrera.

Las salas de pintura virreinal y religiosa cuentan con cuadros de enorme formato de los artistas mexicanos de la época más relevantes, como Miguel Cabrera, Juan Correa y Juan Tinoco. A esta época también pertenece un óleo sobre tela de María Guadalupe Moncada titulada “Santísima Virgen de Guadalupe”, que destaca por la calidad artística de su autora, quien fue la primera mujer mexicana a la que se le autoriza firmar sus pinturas.

En las áreas correspondientes a la producción de la Nueva Escuela Mexicana y al siglo XX se exhiben unas joyas artísticas de fama internacional, entre otras un precioso óleo de Diego Rivera que forma parte de la serie de Vendedora de alcatraces (1942). También podemos disfrutar del pequeño óleo de Frida Kahlo, Los frutos de la tierra (1938); del óleo de Juan O´ Gorman Entre la filosofía y la ciencia (1948). De Remedios Varo exhiben sus conocidas pinturas Catedral vegetal (1960) y Mujer en bicicleta (1961), por mencionar a algun@s de l@s pintor@s más celebrad@s.

Afirmamos que el Foro Valparaíso es más que un museo porque además de la importante obra pictórica expuesta y del majestuoso edificio colonial que la alberga, este inmueble cuenta con otros espacios destinados a actividades multimedia, instalaciones, audio, infografías y mapas. Estos recursos tecnológicos permiten la puesta en marcha de un laboratorio de emprendimiento dirigido a jóvenes con fines de enseñanza-aprendizaje. Finalmente, al cierre del recorrido, en el último piso del edificio, en la que fue la primera sala del Consejo de Administración de esta institución, el Banco Nacional de México ofrece un corto video en el que recrea algunos de los momentos históricos más significativos de los 135 años de existencia de este organismo financiero.

Ocupado como residencia por más de cien años, el Palacio de los Condes de San Mateo de Valparaíso, hoy Foro Valparaíso, está catalogado Monumento Artístico Nacional desde 1932; sin embargo, solo hasta el año 2010 quedó abierto al público, pero volvió a cerrar sus puertas en 2020 por la pandemia de Covid-19. Actualmente, abre de miércoles a domingo, en un horario de 10:00 a 18:00 horas, con entrada gratuita. Así que, estimad@s lectores, no pierdan la oportunidad de visitar este espacio tan icónico de la historia nacional.